lunes, 12 de octubre de 2009
Gerardo Castañeda, “Pipo”, como es conocido, manifiesta que siente un gran aprecio por su labor de locutor y cuenta que una de las cosas más difíciles de su profesión, es aprenderse los nombres de los jugadores de fútbol.
¿Cómo se sintió el día en que estuvo solo en el estadio de Liberia informando del partido?
Ahhh. Con mucha nostalgia, porque me dolió que ellos no ingresaran; pero uno respeta decisiones. En el estadio de Liberia, los colegas de otras radios se sienten como en familia porque para mí, son colegas amigos; compartimos rosquillas, cafecito, cuajada liberiana y para todos hay campo en lo más alto del estadio. Estar solo me hizo sentir mucha nostalgia.
¿Desde cuándo es locutor?
Desde 1980, con transmisiones deportivas. Era maestro de escuela y también fui animador de varios grupos musicales. En ese entonces, ANDE me dio una beca para estudiar en Estados Unidos y cuando regresé quien narraba los partidos de fútbol en la radio se había ido y desde esa fecha me tocó a mí.
¿Y solo se ha dedicado a la locución?
Desde que estudiaba cuarto año de colegio trabajaba como animador del grupo “Moon River” y esa afición de estar con el micrófono me gustó desde joven. Soy maestro pensionado y trabajé en escuelas de Abangares y durante seis años, fui directivo del ANDE, en San José.
¿Solamente ha locutado en deportes?
Es lo que más me gusta. En algunas ocasiones le ayudo a algunos compañeros con los programas de la noche. Además, los deportes me ayudan a recorrer el país y hacer amigos, porque a mi no me gusta estar encerrado en una cabina.
¿Cuál es su principal característica como locutor?
Amar lo que uno hace. Me gusta darle mucha emoción a lo que hago y con el sabor de las tortillas, chorreadas, rosquillas y café le comunico a la gente que me escucha, lo que veo en los partidos.
¿Porqué le dicen “Pipo”?
Desde pequeño acompañaba a un vecino al campo a ordeñar vacas y él se llamaba don Francisco. Le decían “don Chico” y yo no podía decirle así y le decía “don Pipo” y se me volteó la tortilla. Desde los 6 años, me dicen “Pipo”.
¿Qué es lo más fácil y lo más difícil de ser locutor?
Lo más fácil se da cuando uno hace las cosas con cariño, y lo más difícil es tener que aprenderme los nombres de jugadores que uno no conoce.
¿Qué es lo más curioso que le ha pasado mientras locuta?
Una vez en el estadio Saprissa; estaba instalando la línea telefónica para transmitir un partido de segunda división entre Barrio México y Liberia. Pedí permiso para entrar al área de líneas telefónicas y el guarda me abrió, pero él no se acordaba que había soltado unos perros y los perros me mordieron todito.
¿Qué se necesita para ser un buen locutor?
Vivir con pasión lo que uno hace. Llegar temprano y muy importante, ser honesto con los oyentes.
¿Cómo trabaja la voz?
Nunca he sido de tomar bebidas frías y eso me ayuda a no estar resintiéndome la voz. Nunca en mi vida como educador tuve problemas con la voz y en 29 años de locución tampoco, gracias a Dios.
¿Ha heredado el oficio de la locución a sus hijos?
Viera que tengo dos hijas. Yo fui corresponsal del periódico “La República” por 20 años y ellas me ayudaban a buscar información; pero nunca han agarrado un micrófono como yo.
Apasionado
Gerardo Castañeda
Edad: 58 años
Hijos: dos mujeres.
Dato: Vive en Liberia y es maestro pensionado. Afirma que fue regidor municipal y en este momento es candidato a diputado por el partido PASE.
